Cantabria - 28/10/2008
El pasado domingo comenzó la Copa de España, con muy buena participación y en un día muy bueno, incluso caluroso diría yo. Me voy a permitir el ser un poco crítico en mi comentario, porque creo que fue algo que percibimos todos a lo largo del domingo. El circuito es el que era y no me voy a pronunciar en ese sentido, lo que sí voy a criticar es lo poco trabajado que estaba. Había zonas en las que faltaban cintas que delimitaran mejor el circuito y me pareció muy mal, y no sólo a mí, porque es algo que comentamos casi todos al final de las carreras.
El ciclocross está de moda y creo que tiene que empezar a mimarse más a nivel de Federación. Es curioso que una Copa de España que promueve la RFEC no tuviese a nadie allí para corregir los problemas que hubo, como los 30 minutos de retraso en comenzar las carreras. Tampoco hubo representación federativa en la ceremonia de entrega de premios (para mi mejor, ja, ja, ja). Me quedo con el detalle de ver personas que han presentado su candidatura para la presidencia de la Federación y sí que se las vio por Valladolid, preocupados por una disciplina que está creciendo y que moverá muchas licencias en un futuro muy próximo.
Bueno y ahora os voy a dejar mis sensaciones en carrera. Me encontré muy cómodo desde la salida. El circuito tenía una zona muy dura, en la que había que salvar un desnivel importante, combinado con una zona larga de escaleras que había que correr con las ‘kuotas’ al hombro y que te dejaban con las piernas un poquito tocadas. Antes de mitad de carrera nos quedamos en cabeza cuatro corredores, entre ellos gente muy fuerte, como Larrinaga (a la postre ganador), Suárez y Armero, y un servidor, que me veía con muchas posibilidades de ganar hasta que faltando una vuelta tuve un problema mecánico (el cual ya he resuelto) que me obligó a cambiar de bici y verme descolgado de Larri y Suárez. Con poco tiempo para recuperar los segundos que me habían sacado, tuve que abrir gas a fondo. Me dio tiempo de coger a Suárez y remontarle pero a Larrinaga era ya imposible alcanzarle, así que sólo nos quedó la posibilidad de darte la enhorabuena.
Me vine para casa contento con las sensaciones y con un poco de amargura porque una vez más me quedó claro que, aparte de ser el más fuerte, para ganar hay que tener suerte con la mecánica. Pero bueno, seguimos cogiendo experiencia y cada vez voy más cómodo por las campas y curvas.

Sensaciones de Tino recogidas en su pag web.
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